Hubo un día que dos niñas escribieron cartas a su madres y querían que les llegara a través del buzón de clase, les conté que el nuestro era de mentira y era imposible pero nos acercamos donde Alicia que nos dio dos sellos para poderlas echar al buzón del pueblo. Así que al día siguiente nos escapamos a las 9.00 h para poder echar esas cartas.
Y claro, después queríamos todos ir al buzón del pueblo a echar mas cartas. Así que un día que me encontré al cartero por la calle le pregunte dónde comprar sellos porque en los estancos ya no los venden (lo que hace dejar de usar las cartas escritas tradicionales) y el amablemente me dijo que me los llevaba al colegio cuando quisiera. Y allí los he tenido, en mi mesa desde finales de octubre.
Y en el mes de diciembre se me ocurrió que para gastar esos sellos podíamos hacer nuestras propias postales de Navidad para mandar a nuestras casas.
Así que un fin de semana que se vino mi sobrina a casa, estuvimos buscando y elaborando postales caseras a ver cual era mas facilita de hacer después por los niños. Hasta que al final elegimos tres modelos de postal para que cada uno eligiera la que quisiera.
Y nos pusimos a elaborar postales de Navidad en clase.
Que sepáis que no les ayude en nada, solo les iba dando los materiales para hacerla.
Cuando le pedí los sellos al cartero me dijo que entráramos en la oficina de correos a echar las cartas, yo pensaba que era demasiado pequeña la oficina para poder entrar todos, pero alguien en el cole me dijo que a lo mejor nos iban a dar un regalito o algo, así que esperamos pacientemente a que llegara la cartera...
Estamos aprendiendo a hacer corazones con las manos
Y corazones con los dedos.
Pero no, solo nos dijo que si recogía ella las cartas o las echábamos al buzón...
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