Estamos acostumbrados a que después del recreo cuando llegamos a clase bebemos agua si tenemos sed, y nos limpiamos las manos, y después alguien pregunta: "¿Apago las luces?", ya que con las persianas cerradas y al son de una musiquilla chillout descansamos un poco y nos tranquilizamos después de los juegos del recreo...
Cuando están tranquilitos, a veces les doy una caricia y un beso, y alguna frase bonita o un "te quiero mucho".
Mª José también les hace caricias suaves con objetos como plumas, pañuelos de papel,...
Pero hubo un día en el segundo trimestre que le dije al encargado que si me ayudaba , así que ahora en el momento en que se apagan las luces el encargado me pregunta si puede empezar a acariciar a los niños.
Que pena de cámara permanente en clase, porque Diego, nuestro encargado del martes me emocionó cuando al dar el beso a los niños les iba diciendo "te quiero mucho".
Y Lucía, nuestra encargada del miércoles, empezó a hacer esto:
No quise grabar más porque estaba tan tranquilita que no quise que se pusiera nerviosa o parase...
Cogió ella sola un pañuelo y empezó a imitar a Mª José.
En serio que no tuve nada que ver
Son cómo esponjas...
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